Mi Carta de Viaje Nº 8

República de Chile, Cauquenes, el Domingo el 8 de febrero de 1998

Muy amigos míos:

El acontecimiento lo más importante de las últimas semanas fue sin duda la estancia de mi señora, Ghislaine, que ha venido de Holanda para pasar algunos días de vacaciones conmigo. Pasamos días felices en la playa de Curanipe, en Cauquenes y en Talca. Trabajamos juntos en la primera versión del libro recientemente escrito por Ghislaine sobre nuestro trabajo de los últimos años. Los últimos días en Santiago fueron menos felices porque, llegando a la estación de autobuses La Alameda, le robaron el bolso bandolero a Ghislaine, con su pasaporte, billete del vuelo y tantas otras cosas importantes. A pesar de las grandes dificultades pudo continuar su viaje con un retraso de solamente dos días con nuevo pasaporte y nuevo billete de pasaje a Amsterdam. No obstante esos traumas, hemos pasado relativamente relajados los días, visitando nuestros amigos en Pirque. Eso, particularmente, fue una oportunidad de primera para aspirar -en doble sentido- el aire puro y fresco que necesitamos tanto en esas horas. La atmósfera relajada de Casa Daleko, charlando con Carlos y Monika, nos ayudó aliviarnos de los traumas.

En contraste con la visión optimista con la que terminó la séptima carta, el uso regular de una conexión al internet no se realizó. Marcelo compró una máquina aun más poderosa que la que tenía. Había después problemas con su modem que costaban mucho tiempo y a continuación resultó que no había instalado el parte esencial para dar acceso a la diskette. Más tarde, después de mis vacaciones con Ghislaine, él fue de vacaciones. La conexión en Curanipe, prevista para nuestra estancia por allí, hacía falta también. En efecto, el ayuntamiento había comprado un ordenador con conexión al internet. Para su aplicación muy especifica, el internet no se mostró superior al fax habitual, y el jefe había decidido no perder más tiempo. Fue un ejemplo típico de "over selling", una locución de marketing significando que el vendedor ha vendido una cosa que no sirve al cliente y por eso no la necesitaba. 

Así me encontré de nuevo en la búsqueda de una conexión al internet cuyas aventuras siguen fascinándome. Teresa, la señora de la oficina de turismo, estaba de vacaciones. Pero la señora Nilvia, a donde me había remitido otra vez, estaba presente.

-"Sí", me respondió, "un ratito". 

Dos minutos después me presentó a Quellinus Andaur, tesorero general de bomberos, que casualmente estuvo en la oficina. Con mucho gusto me propuso ayudarme. Y, como resultó la tarde siguiente, con mucha sabiduría también. Así enriquecí mi conocimiento de Windows al mismo tiempo. Desgraciadamente la entrada para la diskette no funcionaba, pero, sí, pude finalmente leer mi correo y pude responder provisionalmente a las cartas más urgentes. Me sugirió el diputado Osvaldo Vega que tuviera una conexión 'ex oficio'.

Encima de contactar a Doña Nilvia, había visitado la Biblioteca Municipal, entre otras cosas para la misma pregunta. Me sugirió la señora Adriana Vergara que visitaría la radio local RADIO SURCOS FM. ¡Tienen conexión!

-"No", me respondió Don Sergio Andaur, "no tenemos modem, pero conozco a dos personas que tienen una conexión: Quellinus Andaur y el diputado de este distrito electoral, Osvaldo Vega". 

Pero antes de salir hablábamos de mi estancia en Chile esa charla desembocaba en su petición de entrevistarme. Lo hicimos en el acto y 'en directo'. Y con eso tenía mi primera entrevista en castellano. Oyendo la grabación, me dio escalofríos. Sí, hay fluidez, obviamente me entiende y no hay bloqueos. Pero la cualidad de la gramática y de la pronunciación ... ¡No me hables! Hay mucho que hacer los próximos años. Ya estoy imaginando ejercicios específicos para llenar el vacío alarmante entre mi escrito cuidadoso y mi hablar espontáneo. Con paciencia y perseverancia debe ser realizable. Me ocurrirán buenas ideas pronto.

El secretario del diputado, Carlos Cifuentes, me recibió simpáticamente en la nueva secretaría, provisoriamente amueblada.

-"Lo siento", se disculpó, "tenemos en efecto una conexión de alta velocidad, pero por la mudanza, no la han reinstalado todavía. Sabe, estamos en vacaciones. Pero, no hay problema, venga a mi casa a las nueve de la tarde. Tengo una conexión privada".

Esa misma tarde pude enviar las cartas contenidas en la diskette. Algunas ya hace más de una semana. Pareció que sus hijos, especialmente el menor de casi diez años, se habían desarrollado como expertos, dándome de nuevo una oportunidad de mejorar mi conocimiento de Windows 95. Sin embargo, pude darles también nueva información y por eso hacíamos un intercambio muy fructífero y ameno. Por desgracia los Cifuentes van de vacaciones la próxima semana.

Volví a Doña Adriana, que se mostró un manantial de ideas para resolver mi problema. Llamó a sus relaciones y juntos corrimos por la ciudad para presentarme personalmente. Me pregunté por qué no me dirigí antes a la biblioteca municipal con mi ruego. Volví a aprender que había restringido mi creatividad por un prejuicio. Lo tragué una vez más.

La última semana he leído con mucho atención el nuevo libro de Tomás Moulian: 'Chile Actual, Anatomía de un mito'. El autor, sociológico e historiador, describe Chile Actual como proviniendo de una revolución capitalista que surgió derrotando el proyecto de otra, "la vía chilena al socialismo". Analiza ambas revoluciones meticulosamente con su dispositivo marxismo-filosófico. Con su corazón claramente izquierdo, el autor se muestra un analista frío y duro, respetando cada actor, pero apenas puede ocultar su admiración por la perfección de la revolución capitalista hasta ahora. Analiza los principios transcendentes que los actores invocaban para justificar sus actos, explicando que esos son todavía los valores fundamentales de este país. El de la tortura, por ejemplo, se ubica para los creyentes en el pensamiento católico que en los siglos XI al XIII se transforma en una religión de perseguidores cuando había sido una religión de perseguidos. Matar y torturar se hacían un deber para propagar o 'defender' la fe. La guerra religiosa y la tortura de la inquisición se hacían su práctica. Hasta hoy día. Con etiquetas disimuladas.

La presente infraestructura, con su culminación exitosa del 'tranformismo' está fundada en los mismos valores que justificaban el miedo de la espada de Damocles del caos, la dictadura terrorista y la dictadura constitucional para oprimirlo, así como el síndrome humanista-romántico de la Unidad Popular. ¡Para no olvidar!, avisa el autor implícitamente, porque los mismos valores van a acompañarnos en cualquier futuro posible. 

Este libro me hacía entender el proceso histórico de producción de Chile Actual. Y, como el autor explica detalladamente: 'Entender no tiene nada que ver con aceptar o valorizar'. Pero, sí, es una etapa esencial en el camino. Total, este libro me ha dado mejor comprensión y nuevos estímulos para seguir observando este país en su desarrollo asombroso.

Os saludo cordialmente, Gérard 



© 1998 G.H.A. van Eyk, escritor itinerante.