Muy amigos míos:

-"Eso es un relicto del gobierno militar. ¡No le preste atención!" 

-"¡No es así! Es una tradición muy importante que viste. Cada domingo, en todo Chile, hay una parada militar a las once de la mañana. Un oficial del ejército da una alocución patriótico-histórica. Exactamente como viste. Eso se hace por todo el año, eligiendo batallas u otros acontecimientos patrióticos, que debemos recordar durante esa semana. Eso lo instituyó Pinochet. Es muy importante para introducir a los jóvenes en los temas patrióticos. Las escuelas lo insertan en su horario de clase de la semana". Así, me fui a la biblioteca municipal. En la biblioteca, pensaba, podría encontrar la documentación y me alegraba ya de una documentación tan completa. En mis visitas regulares ya había notado que la biblioteca jugaba un papel importante en proyectos de las escuelas. Cada día venían muchos chicos y chicas para hacer sus deberes basados en la documentación de la biblioteca. Por eso, mantenían numerosos ejemplares de ciertos libros. Aparentemente había vínculos entre las escuelas y la biblioteca para que mantuvieran documentación específica. Ellos podrían presentarme el programa y la documentación histórica para este desfile dominical. 

Pero no fue así. Sí, conocían esta tradición, así como la participación de los colegios. Pero el centro de gravedad era el ejército. Ellos deberían tener los vínculos directos con los colegios y quizá tendrían la documentación que buscaba.

Andando al ejército, pasé por Manuel, mi 'apoyo general' en Arica en cuanto a explicarme cosas que no entiendo. Hablamos mucho en su Centro de Llamadas cuando no había mucha gente. Desenmarañaba, para mi, los secretos del negocio del teléfono chileno con sus ocho empresas, así como el reciente desarrollo técnico-político alrededor de los celulares. Dijo:

-"Los desfiles son efectivamente más antiguos que el gobierno militar, pero la participación de los civiles es más reciente, así como las bandas de los colegios que, a veces, toman parte en este desfile".

De esta manera entendí el secreto tras los ensayos que veía tres veces por semana de la banda del colegio la cual podía ver en el patio de recreo desde mi habitación. La existencia de una banda me parecía bastante corriente, pero no había entendido el porqué de sus maniobras militares, marcando figuras tan complicadas. De repente las reconocí como las figuras que hacía la banda militar durante la parada.

-"Sí", confirmó el señor Rodríguez del departamento de Relaciones Publicas del Cuartel General del Ejército, "es una tradición desde 1880 después de La Guerra del Pacífico. Los civiles tiraban flores a los soldados cuando marchaban por las calles de Arica. Eso se instituyó, con apoyo de Santiago, para reforzar los sentimientos patrióticos en esta región tan lejana del centro del país. Esta tradición existe solamente en Arica. En Tacna, la ciudad al otro lado de la frontera con Perú, mantienen también tal tradición por las mismas razones. 

La participación de organizaciones civiles es, en efecto, muy reciente. Hay colegios, clubes deportivos o, como el domingo próximo, los bomberos. Ellos nos piden participar con ocasión de una fiesta suya. Su historia se incorpora en la alocución patriótica del día, junto con los otros hechos, para ampliar el sentimiento patriótico."

Despedirme también de este país que he conocido más y más en el último medio año. Me doy cuenta de todos los vínculos y amistades que no existían hace seis meses, y de esos que tenía ya desde mi primer viaje. ¿Cuanto tiempo pasará antes de que nos volvamos a ver de nuevo? ¿Podremos mantener contacto por la correspondencia como nos prometimos?

Seguramente no podré seguir el contacto cotidiano que tenía con el desarrollo político-cultural que me cautivaba. La lucha de este pueblo por su democracia propia y personal, por su verdad y por su historia, sigue y seguirá fascinándome. No fue poco lo que estaba pasando los últimos meses: La renuncia de Pinochet, programado en la transición, y su nominación como senador vitalicio. No se iba sin volver a las heridas de los últimos 25 años: Había la acusación constitucional que fue rechazada políticamente con muchas emociones. La verdad seguía ocultándose por la 'estabilidad del estado': esa fórmula mágica. Además, escribió Eugenio Tironi en "Qué Pasa" de 11 del Abril:

"Los chilenos están corroídos por la angustia, no por la melancolía. No están interesados en emplear sus mejores energías en explorar su pasado. (...) No quieren ni explicaciones ni acusaciones..." (página 28).

Hay muchas otras cosas que hacer para la 'estabilidad del estado'. El éxito económico, por ejemplo, es un factor positivo en esta estabilidad, pero depende demasiado del capital extranjero buscando mano de obra barata. Eso lo encuentran, por la vasta pobreza en este país. 

-"El gobierno militar echó afuera la clase media industrial porque el capital extranjero no estaba dispuesto a pagar los sueldos requeridos", ya observó Manuel anteriormente, "Por eso, estamos como en el feudalismo: Los ricos se hacen más ricos y los pobres se hacen más pobres". 

Coincidimos que eso es una amenaza aun más peligrosa para la deseada estabilidad del estado. Ya había llamado mi atención la falta de la clase media intelectual, una situación usual en una pos-dictadura y dije:

-"Es preciso que reconstruyan, con un programa educacional a largo plazo, una clase media amplia, polifacética y situada. Eso es el factor más importante para la estabilidad en una democracia. Pero de eso, no veo nada en la agenda social del gobierno de Freí, limitándose a 'la educación en la lucha contra la pobreza', un objetivo bastante pobre para una tal reforma.

-"No estoy de acuerdo. Teníamos una clase media demasiado grande, siendo causa del caos en 1973", opuso Manuel recordando ese período con angustia.

-"Pero sin pobreza, no hay sistema neo-capitalista, no hay capital extranjero. Es como en el tiempo colonial. Necesita una clase media amplia para soportar un clima en donde las inversiones extranjeras no huyan con el más leve aumento de los gastos o impuestos", intenté sin éxito. 

Cínicamente escribió Fernando Villegas en la misma revista sobre 'la educación en la lucha contra la pobreza': "No cabe duda que el debate (...) de cuanto plata tirarles a los pobres que se quedan tranquilos, va a ser el centro de gravedad (...) de las campañas presidenciales (...)" (pagina 98).

Voy a despedirme de ti, país pequeño y grande. La pregunta eterna de tu gente fue ¿Somos un país desarrollado? No sé, pero el desarrollo que vivía, fue más emocionante que un drama griego. ¡Que te vaya bien, Chile! 

No podré desistir de seguir desde Europa tu camino inseguro. Nos hemos tropezado demasiado íntimamente. ¡Que te vaya bien!

Os saludo cordialmente, Gérard